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¿Dónde se encuentran las trufas? Las noticias, en 2 minutos. Los marineros rubios de la goleta gritaron, contestando á las aclamaciones de sus camaradas de los sumergibles: «¡ Desde la cubierta de la goleta sólo se podía ver á corta distancia, y el conde trepó repetidas veces por las escalas de cuerda de la arboladura, para abarcar con sus ojos un espacio más extenso. Ferragut se vió olvidado, desconocido por todos estos hombres que llenaban la goleta. Ferragut le obedeció, y media hora después fueron apareciendo, uno tras otro, dos buques prolongados y bajos de borda, que navegaban con gran velocidad. Seleccionaré media da de campaña que instalé, por docena de libros y una vez sen- los pelos, en el Camping de San tado me decantaré por uno de Jorge. Varios cables metálicos surgieron de sus cubiertas para enroscarse en los palos de la goleta, aprisionándola, formando una sola masa de los tres buques, que siguieron unidos la lenta ondulación del mar. Cuando la bodega quedó vacía, desaparecieron los últimos marineros germánicos, y con ellos los cables que aprisionaban al velero. Luego creyó reconocer en el otro sumergible á dos marineros de los que habían tripulado la goleta, los cuales fueron recibidos con gritos y abrazos por sus camaradas, metiéndose á continuación por una escotilla tubular.

Indudablemente era un oficial de marina, y también debían proceder de una flota todos los marineros rubios que trabajaban como autómatas. Era verdaderamente suyo. Podía llamarle mare nostrum, lo mismo que los romanos, sus antiguos dominadores. Estos últimos son más asequibles que las trufas y tienen un gran prestigio en España en Cataluña y Euskadi. Actualmente, España es el primer productor mundial de turrón, mazapán y dulces de Navidad. Bosques de leyenda, pueblos con encanto, productos silvestres y de temporada que nutren una cocina tradicional y con raíces y un producto marino de calidad abastecido por pescadores de toda la vida. La disciplina les hacía acatar las órdenes de Ferragut, pero se adivinaba que para ellos su mando no pasaba de ser una simple delegación, y que el verdadero jefe de á bordo era el conde. Su personalidad de diplomático no era enteramente falsa. La vida común aminoraba la altivez del fingido diplomático y hacía que el capitán descubriese nuevos méritos en su persona.

Sin embargo, puede utilizar la penetrante fragancia de la trufa para convertir los alimentos básicos de la despensa en algo extra único, alargando la vida de su compra de trufas. El aceite de trufa es una alternativa más económica a las trufas, que se puede agregar a cualquier receta para realzar el sabor. Además, con la mezcla de limón Tek lograrás disimular muy bien el sabor fuerte de las setas. 4. MEZCLA otra parte del queso crema con la cebolla, el ajo en polvo. Delicia ibérica de solomillo de cerdo con queso de cabra, salsa de queso y virutas de jamón. Además, las trufas mágicas también se clasifican en función de su procedencia, lo que puede influir en su sabor y en la experiencia que producen al consumirlas. Aunque existen más de 100 variedades diferentes de trufas, cada una con un sabor, aroma, color y aspecto distinto, muchas de ellas no tienen ningún valor culinario, por lo que nos centraremos en las más relevantes para explicar qué sabor tienen las trufas.

De las variedades gastronómicas que existen, dos de las más populares son la trufa negra y la trufa blanca. La Boutique: surtido de 20 bombones con 9 variedades diferentes, de chocolate negro, blanco, rellenos, de caramelo, etc. Lo único que tenemos que hacer es introducir el termómetro en una parte profunda del chocolate cuando creamos que está cerca de alcanzar la temperatura necesaria, y la herramienta se encargará de confirmarnos si ya está listo. Son perfectas para acompañar una taza de café de granos recién molidos o simplemente como un pequeño antojo para esas tardes en las que se antoja algo dulce. En algunos países, las esporas no son la única parte que controlan. En un momento quedaron abiertas las escotillas, sonó un ruido de maderas rotas, y las latas de esencia empezaron á transbordarse por ambos lados. Los dos sumergibles, más achatados sobre el mar que á su llegada, con los depósitos henchidos de esencia y aceite, empezaron á alejarse. El conde y él hablaron poco, pero pasaban largas horas juntos, sentados al lado de la rueda del timón, mirando el mar. En la primera noche el capitán paladeó el voluptuoso egoísmo del descanso á solas.